Las canciones de: La dulzura de... María Helena
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Que toquen un chamamé
para bailar zapateado
y mostrarle a los puebleros
como se baila en mi pago.
Sacá la dama paisano
y paseala por la cancha
mientras tiemplan las cordeonas
los músicos de la bailanta.
Valseando al compás
dale una vuelta otra vez
un corte hacia a la derecha
asi se baila el chamamé.
Poné la dama al costado
y te vas escovillando
mientras la dama taquea
y al compás vas contestando:
Valseando al compás
dale una vuelta otra vez
un corte hacia a la derecha
asi se baila el chamamé.
Fue tu amor misionero que me cautivó
al jugar en el naranjal de nuestra niñez.
Conocí lo que era querer con gran ilusión,
porque desde niña yo soñaba conseguir
ese eterno sueño de mujer.
Ahora busco mi rincón querido
donde tantas veces juntos
recorrimos con cariño.
Nunca olvidaré cuando tus labios
se posaron en los mios
iniciando nuestro idilio.
Escuchar mientras lee:
Busco un rincón lejano
(Tendrás un altar)
(Habanera)
Letra: Ivan Diez - Música: Antonio Polito
I parte
Busco un rincón lejano
donde contigo solito estar.
Quiero olvidar mis penas,
nacer de nuevo, decir "adiós",
con el cariño nuestro
formar un templo para rezar
y entre candor de sueños,
vivir el uno para los dos.
II
Tendrás un altar,
un altar divino (de sol).
Bajo un verde pino (feliz)
buscaré un lugar (junto a tí).
Con alma en la voz,
te diré mi canto (de amor).
Con tu beso santo (mi bien)
me hablarás de Dios.
I parte (bis)
Lejos del mundo entero,
no habrá rencores ni habrá dolor.
Nuestra casita blanca,
nidal de dicha siempre será.
Mientras la vida sueñe,
bajo la gloria de nuestro amor,
todo el jardin del cielo,
para nosotros, florecerá.
II (Bis)
Tendrás un altar,
un altar divino (de sol).
Bajo un verde pino (feliz)
buscaré un lugar (junto a tí).
Con alma en la voz,
te diré mi canto (de amor).
Con tu beso santo (mi bien)
me hablarás de Dios.
Es la historia que te nombra
tapecito correntino
que batías en el parche
del tambor de tacuarí...
Y las voces de mi río
se entrelazan cristalinas
cuando juntas forman coro
por cantarte en Guaraní...
Yo me inclino ante tu frente
que ceñida de laureles
vivirá como estandarte
en la heroica Taragüí.
Y tu raza de valientes
quedará siempre grabada
al redoble de la imagen
del tambor de tacuarí.
En el litoral estás en la luz
del canto inmortal,
en la estela blanca de mi paraná...
el viejo acordeón que suena a clarín
te irá repitiendo
guapo cunumí, nunca morirás...
¡raza Guaraní!
Un suave concierto de brisas
que pasa silbando sobre e1 pastizal
ya cae la luna despacio
sobre el horizonte
y empieza a aclarar.
Muy pronto el paisaje de sueño
termina su vuelo
es el despertar
(y
en ese momento divino
Bis (tropa de latidos
(siento
desbocar.
Qué lindo es sentir entre sueños
el suave aleteo de tu rasguear
de pronto encontrarme despierta
y no decir nada, tan solo pensar.
(Te
quiero, te quiero, te quiero
Bis (también yo te quiero
(mi
dulce cambá.
Qué lindo es sentir entre sueños
el suave aleteo de tu respirar
de pronto encontrarme despierto
y no decir nada, tan solo pensar.
Llegó la noche
y cruzando el Paraná
guitarra en mano va,
el islerito.
Y junto a un rancho
que le otrece su calor
canta un rasguido flor,
el islerito
Emocionada una guainita atenta está
porque esa serenata
es para ella y nada más.
Y el islerito nada lerdo en el amor
aunque no es muy buen cantor
le improvisa un verso así:
Estribillo
El islerito portador de esta canción
aquí canta con el alma en su guitarra.
Guainita en flor yo quiero ser tu pescador
y darte con amor la vida entera.
Aunque mi voz no suena como un cardenal
es sincera y lo que va
me sale del corazón.
Y así la guaina sonrojada se turbó,
y bajando la cabeza el romance comenzó.
En el vaivén de un valseao se quedó
preso en tu amor mi corazón;
y desde entonces no puedo vivir,
mi dulce bien, lejos de tí.
Tienen tus ojos de claro mirar
la suave luz de un "koembotá"
y es el rumor de tu boca al reir
como dulce "mbaraká".
Debajo del ceibal,
girando en un valseao,
quedé prendida a tu mirar.
Dejando el corazón
rendido en el fulgor
de tus ojos "hovy porá".
Y recuerdo tu voz
cuando un beso te dí
muy bajito decirme así:
"no me olvides mi corazón,
eres mi yerutí".
Tienen tus ojos de claro mirar
la suave luz de un "koembotá"
y es el rumor de tu boca al reir
como dulce "mbaraká".
Debajo del ceibal,
girando en un valseao,
quedé prendida a tu mirar.
Dejando el corazón
rendido en el fulgor
de tus ojos "hovy porá".
Y recuerdo tu voz
cuando un beso te dí
muy bajito decirme así:
"no me olvides mi corazón,
eres mi yerutí".
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yerutí: paloma silvestre
hovy porá: azul lindo
koembotá: amanecer
mbaraká: guitarra
Escuchar mientras lee:
(Litoraleña)
Letra: Ariel Petrocelli - Música: José Luis Giacomini
Qué piel de silencio sentiré en las manos
cuando apriete el aire donde nos amamos
qué cielo distante buscaré en la noche
para caminarte sin decir tu nombre.
Yo sé que le pongo cenizas al sueño
y rompo la luna que aceptó tu pelo
adiós no te digo me callo el pañuelo
descanso el camino que el camino es bueno.
Que muerte morirte
con pañuelos grises
con el alma lejos
con un pueblo triste.
Escuchar mientras lee:
(Litoraleña)
Letra: Ricardo Linares Música: José Vicente Cidade
En el río se ven mil espejos
son amores del agua y el sol
Santa Fe se amodorra en la siesta
abrumada de luz y calor
como el ave se alegra en su trino
en tu nombre se alegra mi voz
sos terito que llenas el alma
de inspiradas cancíones de amor.
Cuando salía del monte
con mí cesto de naranjas
tu mano tomó mi mano
como una paloma blanca.
(qué lindo que fue mirarte
Bis (bajo el sol de Santa Fe
(no pude decirte nada
(y en silencio te besé.
Al río le di tu nombre
con sones de mbaracá
lo puse en un camalote
y lo llevó el paraná.
Qué lejos se fue tu nombre
no lo puedo acariciar
y de tanto y tanto amarte
mi alma siento llorar.
Río río que te vas
río río que te vas
su nombre traeme de vuelta
que mi alma a morir se va.
El río trajo tu nombre
con sones de mbaracá
lo trajo bordeando oríllas
donde florece el ceibal.
Qué cerca tengo tu nombre
ya lo puedo acariciar
y de tanto y tanto amarte
mi alma síento llorar.
Ya llegó el seis de enero
fecha de San Baltasar
y en la loma campamento
se aprestan a celebrar
camba de roja bandera
se adelanta hacia el camino
mientras bajan por la loma
los grupos de peregrinos
encuentro de abanderados
que saludan toreando
piruetas de disfrazados
que danzan contorsionando
el cura de la capilla
prepara misa y atril
alegre y triste resuena
el tam-tam del tamboril.
Treinta metros de rodillas
lento un promesero va
con Cántaro en la cabeza
ágil baila un camba
de gran capa colorada
va vestido un mocetón
luce corona dorada
de refulgente cartón
las mozas de Ebano bailan
bajo la fresca enramada
el mosto corre y retoza
la calesita encantada
fiesta extraña de la forma
del sonido y el color
ritos negros blancos indios
se han metido en el tambor.
San Baltasar
nuestro Rey Mago que protege a los Cambá
San Baltasar
somos tus hijos que alabamos tu bondad.
Quiero te acuerdes de aquel dia muchachita
en que mirábamos, el cielo de tus pagos
bajo aquel sauce de cabellos despeinados
escondidos de la luna, cuántos besos te he robado.
Ya pasó el tiempo y el cariño es renovado
somos los novios de aquel día hoy ya lejano
tenemos rancho y un campito, bien sembrado,
y un hijo guapo que nació de nuestro amor.
Quiero yo cantar una vez más, la canción
de nuestro amor como ayer,
en una noche de luna.
Quiero yo cantar una vez más la canción
de nuestro amor, mi dulce bien
igual que la primera vez.
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