Las canciones de: Consagrada!!!... María Helena
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En tu siesta tropical,
casi siempre un acordeón, estira sus notas
dando a luz un chamamé, bien sencillo y entrador
como tus paisanos
que alegria compartír con aquellos el frescor
bajo el paraisal contemplando los gorriones
bañarse en el polvaderal.
Si supieras con qué amor
yo te canto esta canción provincia mía
fue cuando mi corazón
desprendió su lagrimón por evocarte
ahora estoy de nuevo aquí
pegadita al cunumí para cantarle
al aroma de tus vientos
que me vieron crecer feliz.
Misiones mi tierra roja
(Misiones quiero cantarte
Bis (y al cantar entregarte
(mi humílde corazón.
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(Litoraleña)
Letra y Música: Hernán F.Reyes - Tulio de Rose
Si vieran que lindo es regresar,
y recordarme pequeñita
cuando me escondia en el maizal,
para esperar las palomitas.
Buscar el lugar que recuerde aquel amor
donde mi mano grabó la forma de un corazón.
Y como chogüí llegar hasta el Paraná,
y poder así gritar ¡aquí estoy, mi litoral!
Quisiera explicar en mi canción,
cuanta emoción brota del pecho
al volver de nuevo a revivir
mi niño mundo de recuerdos.
Sentir al pasar el zumbar del camoatí
mientras cruza el cielo azul algún pato sirirí.
Y poder llegar a la costa donde ayer
a mis sueños los dejé por buscar la realidad.
Si vieran que lindo es regresar,
y recordarme pequeñita
cuando me escondia en el maizal,
para esperar las palomitas.
Buscar el lugar que recuerde aquel amor
donde mi mano grabó la forma de un corazón.
Y como chogüí llegar hasta el Paraná,
y poder así gritar ¡aquí estoy, mi litoral!
I
Se va pa'l pueblo con la pilcha dominguera
camisa blanca, bombacha negra,
en alpargatas, faja roja y corralera,
haciendo juego con el cinto 'e yacaré.
Allá lo espera su guaynita enamorada,
pollera verde, blusa floreada,
y se le prende a la cintura, y cara a cara
meta valseao, rasguido doble y chamamé.
II
El sombrero gris oscuro
con un barbijo hasta el pañuelo justo al nudo.
¡Quién lo aguanta en la bailanta
cuando embalao pega un fuerte sapukay!
I
(Bis)
Lleva el cuchillo afirmao a la cintura,
de cuerno 'e vaca la empuñadura;
lo usa pa' todo, tiene doble afiladura,
y más que nada pa' defensa personal.
Y cuando el sol asoma el pico en la alborada
vuelve en su zaino pa' la ranchada
medio "caú" y en la billetera sin nada
pero contento por haberla disfrutao.
II
El sombrero gris oscuro
con un barbijo hasta el pañuelo justo al nudo.
¡Quién lo aguanta en la bailanta
cuando embalao pega un fuerte sapukay!
Vuelvo a ver, junto a ti,
el paisaje feliz
toda la semana, cuando escucho tu cantar
gusto lo sublime de tu voz
que sabe a cosa linda.
Veo tu manantial
de ilusion sideral
cuando por el sueño
subo en busca de tu amor
al abrir el cielo al suspirar.
Ahora que estás aquí
pronuncias mi nombre cuando duermes
y me vuelvo febril
de saber al fin
cuánto me quieres
siento que a la luz de tu recuerdo
cuando estás de mí tan lejos
se me encendía la razón
y en la piel caliente de mi espera
con olor a primavera
tu corazón.
Noches de jazmín, noches nunca iguales
Arpa guaraní, voz del corazón
porque fui feliz en sus naranjales
hoy te cantaré mi mejor canción.
Mi mejor canción, plena de nostalgia
llevará hacia ti mi fiel esperanza
y te cantará sin prisa ni pausa
todos mis recuerdos del Paraguay.
Estés donde estés mi canción es tuya
como tuyos son todos mis anhelos
y mi corazón cantará en mis sueños
todos mis recuerdos del Paraguay.
Bandera de la raza fuerte y brava de mi tierra,
bendita tú, mujer del litoral.
Acunas en tus brazos la esperanza que se acerca
a golpe de machete montaraz.
Y si tus hijos dejan sueños y sangre en la espesura
tu brazo y tu palabra allí estará.
Qué importa si a la larga es de otros la cosecha,
tú luchas por ganar la libertad.
Mujer del litoral, la fuerza de tu amor no morirá.
Podrás luchar así, por obra de ese amor tu vencerás.
Mujer del litoral, indómita y bravía en tu dolor,
tu fe te ayudará, y al hombre de tu tierra salvarás.
Callada y dolorosa es tu existencia junto al rio,
sintiendo el aguijón de la ansiedad
de ver al hombre fuerte de la tierra en que naciste
luchar por conseguir su libertad.
Tus besos y tus lágrimas se han ido en la distancia,
deshecha la esperanza en tu vivir.
Tu puño de protesta se levanta junto al hombre,
luchando si es preciso hasta morir.
Mujer del litoral, la fuerza de tu amor no morirá
podrás luchar así por obra de ese amor tu vencerás.
Mujer del litoral, indómita y bravía en tu dolor,
tu fe te ayudará, y al hombre de tu tierra salvarás.
El viejo río Cosquín
fue testigo quieto de un desengaño
que un guitarrero cantor
sufriera en el arenal
cuando se escondía el sol.
Cuentan paisanos de allá
que un amanecer se escuchó su canto
era un lamento de amor
que del pecho le brotó
y entre los cerros quedó.
Quisiera verte volver
en una tarde de enero
si vuelves me encontrarás
en la orilla del Cosquín
con mi guitarra cantora
y en mis labios sentirás
que aún perdura el amor
que me dejaste al partir.
Que cosas las del amor
si hasta agarra pena el solo pensarlas
cuando comienza a gustar
como agua de manantial
sola se empieza a alejar.
Si alguna vez al pasar
por el viejo río en noche estrellada
quizás puedan escuchar
las coplas que del cantor
nacieran por un dolor.
Quisiera verte volver
en una tarde de enero
si vuelves me encontrarás
en la orilla del Cosquín
con mi guitarra cantora
y en mis labios sentirás
que aún perdura el amor
que me dejaste al partir.
Escuchar mientras lee:
(Canción del Litoral)
Letra: Ricardo Linares - Música: José Vicente Cidade
Introducción
Se acerca un bote en el río
buscando el amanecer...
...(tarareado o silbado)...
I
Islerita que vas por el río
cantando canciones,
estrellita que puso en el agua
la noche al pasar,
tu figura en el bote,
que copian las ondas doradas,
va rozando los sauces dormidos
del Carapachay.
II
Islerita,
el alba rosada
tu cara tostada
enciende de luz.
Islerita,
los claros reflejos
parecen de lejos
miradas de amor.
I bis
Islerita que vas por el rio
cantando canciones,
palomita pintada en el cielo
del amanecer,
el romance te lleva en sus alas
a tierras soñadas
como el río que lleva sus aguas
al seno del mar.
II bis
Islerita,
el alba rosada
tu cara tostada
enciende de luz.
Islerita,
los claros reflejos
parecen de lejos
miradas de amor.
Para fin:
Se aleja un bote en el río
llevando al amanecer...
...(tarareado o silbado)...
Tanto en mi palpita
esa soñada cita
tanto vive presente,
que con la gente
ya me puse a imaginar.
Tu y yo, hablándonos de amor por el paseo,
cantando al ritmo del vaivén del balanceo.
de nuestro bote que se agita sin cesar
perdiéndose en el mar,
buscando un horizonte nuevo.
Tu y yo, viviendo desde el mar
a la escollera, una sincera felicidad.
Cuando llegue la noche,
como mágico broche
tu alma dirá en un beso
el embeleso
que recuerdos dejará.
Tu y yo, hablándonos de amor por el paseo,
cantando al ritmo del vaivén del balanceo.
de nuestro bote que se agita sin cesar
perdiéndose en el mar,
buscando un horizonte nuevo.
Tu y yo, viviendo desde el mar
a la escollera, una sincera felicidad.
Por mis venas corre savia
de la selva misteriosa y legendaria del guarán
sol y barro que alimenta mi destino
de sufrido guayacán.
En el cobre de mi piel arde la llama
de mi raza que reclama por volver
soy el fruto de un amor
puro y salvaje mezcla de indio y piragüé.
Soy mestiza de mi tierra litoreña
alarido que desgarra mi ansiedad
abrazando los misterios de la selva
el viento se lleva, mi cantar
corre el río caudaloso de mis venas
sobre las arenas, de mi andar
sangre yerbatera del urú
en la soledad
dándole su vida al yerbatal.
Estoy sufriendo el hastío
viejo río
de no volver pronto a navegar
entre tus aguas que hacen soñar.
En la canoa de ensueño
fuimos dueños
de la naturaleza
la mejor belleza
que ofrece el litoral.
En la canoa
aquel romance comenzó
cuando del agua recogí
una bella flor,
y deshojándola con fe
con emoción
le preguntaba con afán
me quiere o no?
Entre palmeras
que adornaban el lugar
entre los pájaros
y el fresco matorral.
En la canoa
en su interior
nació el amor
vivió el amor
murió el amor.
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(Polca)
Letra y Música: Eladia Blázquez - Luis Ferreyra
Vengan a ver el paisaje,
del litoral argentino.
Algo para ver, para deslumbrar,
para recorrer, para no olvidar,
por que no hallarán
un lugar mas divino.
Vengan a ver el paisaje,
la majestad de mi rio.
Un viejo sauzal enmarcando está
a una balsa que navegando va
por el Paraná
con su carga de amor.
Vengan a ver como la floresta
se ha vestido de color
con su traje de fiesta.
Vengan a ver como el río borda
con la espuma de su oleaje
un encaje de ilusión.
Vengan a ver el paisaje,
la majestad de mi rio.
Un viejo sauzal enmarcando está
a una balsa que navegando va
por el Paraná
con su carga de amor.
Vengan los aguarda la fortuna
y ese mágico esplendor
en las noches de luna.
Surgirá el asombro como un grito
cuando vean que bonito
es mi paisaje litoral.
Siempre será el litoral
una invitación al paisaje.
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